90 años de Historia (1934-2024)
El Teatro Empire, de Hipólito Yrigoyen 1934, es una de las salas más antiguas y
valiosas de Buenos Aires, tanto por su arquitectura como por su trayectoria. Se
encuentra en la sede de La Fraternidad, Sindicato de Conductores de Trenes de la
República Argentina, fundado en 1887 y que fuera el segundo sindicato en obtener
personería jurídica en el país. El edificio en el que nos encontramos se inauguró el
20 de junio de 1934 Y fue diseñado por el Arq. Mario Sabaté en el más puro estilo
art déco. Cuenta con murales de Octavio Ortolani y Adolfo Montero, hechos sobre
muros plateados a la hoja, técnica que los hace únicos en el país.
La inauguración fue una jornada memorable, en la que múltiples artistas, como
Azucena Maizani, Samuel Aguayo, Camila Quiroga, Fernando Ochoa y Alberto
Anchar desfilaron por el escenario de la flamante sala para aportar su arte a los
festejos. En 1935, el teatro Empire, entonces llamado Moderno, ofreció la primera
obra de teatro: Lily, carne y sueño, de León Mirlas, con dirección de Octavio
Palazzolo.
En 1937, la sala pasó a ser el Salón Teatro Auditorium de LR3 Radio Belgrano,
que dirigía Jaime Yankelevich, y en ella se presentaban bailables y conciertos, con
artistas como Francisco Canaro y Miguel de Molina, entre muchos. En 1944, LR3
pasó a otro auditorio y se hizo cargo de la sala José Torres Cirera, quien le dio el
nombre de Empire y la devolvió a la actividad teatral. Hasta 1974, los artistas más
destacados de nuestro país dejaron sus voces entre sus muros y enumerarlos
sería imposible, pero recordamos como ejemplos a Alfredo Alcón, Graciela
Borges, Mercedes Carreras, Angelina Pagano, Luis Sandrini, Delia Garcés y Ángel
Magaña. Entre los directores, el Empire contó con Antonio Cunill Cabanellas,
Armando Discépolo y Roberto Tálice, quienes trabajaron con escenógrafos como
Gori Muñoz, Saulo Benavente, Héctor Basaldúa y Eduardo Bergara Leumann.
Los artistas extranjeros que lo visitaron fueron de la talla de Darío Fo, los
Colombaioni, Madeleine Ozeray, Dacia Maraini y José María Vilches. La música
estuvo presente desde las primeras temporadas, con compañías de zarzuela y
operetas de las que a veces se ofrecían dos por día. Entre los músicos, se
destaca Joaquín Rodrigo, quien se presentó en el escenario del Empire en 1949,
con una conferencia ilustrada sobre las raíces españolas de su música.
Desde 1974 a 1989 el Empire pasó a ser cine-teatro y sus programadores fueron
Vicente Vigo, conocido defensor de la libertad de expresión artística, y desde
1984, Alberto Kipnis, el pionero del cine arte desde los llamados “cines de la L”:
Lorraine, Losuar, Loire, Lorange. Durante este período las obras de teatro
convivieron con las películas, y también se ofreció cine infantil.
A partir de 1989 la sala tuvo diversos empresarios, como Nicolás Carreras y Eloísa
Cañizares con su hijo, Julio Pozos. Estos años fueron difíciles y el Empire terminó
cerrado durante todo el año1996. Sin embargo, renació.
Desde 1997, se hicieron cargo del teatro Carlos Mathus y Antonio Leiva, con la colaboración de César Mathus, y aportaron su experiencia y conocimientos a la renovación y fortalecimiento de la sala. Con el fallecimiento de Carlos Mathus (2017), y Antonio Leiva (2024), actualmente se esta haciendo cargo César Mathus.
Desde 1997 hasta hoy, el teatro atraviesa un período de muy fructífera y exitosa actividad, y su edificio ha recuperado su esplendor. Entre otras reformas, se reabrió el foso de orquesta y se restauraron dos de los murales. El teatro Empire ofrece espectáculos de danza, teatro, cine y música y cuenta con una temporada de ópera independiente que se apoya en la impecable acústica con que lo dotó el Arq. Sabaté y un moderno sistema de subtitulado